Proyecto I+D+I: Viviendo y envejeciendo bilingüe: un examen de los factores del bilingüismo que llevan a ventajas de procesamiento en adultos jóvenes y mayores

Ser bilingüe aporta una serie de ventajas a lo largo de la vida. Además de facilitarnos aprender una lengua nueva, los beneficios derivados del bilingüismo se observan también en otras habilidades. Por ejemplo, los hablantes bilingües superan a los monolingües en tareas que requieren que ignoremos información conflictiva, o que reubiquemos nuestra atención tras un cambio de contexto. En este tipo de tareas empleamos el llamado “control ejecutivo”, que es el conjunto de procesos que nos permiten controlar nuestra conducta y alcanzar objetivos. Se cree que estas ventajas de procesamiento resultan de la experiencia que los bilingües han acumulado controlando sus dos lenguas y evitando que interfieran entre sí.

Un número cada vez mayor de investigaciones muestra que ser bilingüe facilita además la recuperación cognitiva después de sufrir un ictus y retrasa la aparición de síntomas de demencia en unos 4-5 años, proporcionando así una especie de “protección”. Dado el rápido envejecimiento de la población española, esta protección podría tener un impacto considerable para nuestra sociedad, aumentando la calidad de vida de nuestros mayores y reduciendo los costes y la carga de trabajo de los sistemas sanitario y social. Para conquistar este urgente reto es esencial comprender qué factores de la experiencia bilingüe se encuentran en la raíz de estos beneficios, lo cual aún no conocemos bien.

Y es que los hablantes bilingües varían en una miríada de aspectos. Algunos adquieren sus dos lenguas desde el nacimiento, otros adquieren la segunda lengua más tarde en la infancia o incluso como adultos. Hay bilingües con un dominio similar de sus dos lenguas, otros que hablan y entienden mejor una de ellas. Ciertos bilingües emplean sus dos lenguas con mucha frecuencia, saltando de una a otra varias veces al día o incluso dentro de una misma conversación. Otros en cambio emplean sus lenguas de manera separada, por ejemplo, hablando una en casa y la otra en el trabajo y/o la calle. Finalmente, hay bilingües que hablan dos lenguas muy cercanas (por ejemplo, el castellano y el catalán), mientras que otros hablan dos lenguas muy distintas (como el euskera y el castellano).

Este proyecto de investigación tiene tres objetivos fundamentales. En primer lugar, estudiamos el impacto de estos distintos aspectos del bilingüismo en cómo un hablante procesa sus lenguas. Queremos entender cuáles de estos factores permiten (o no) que un bilingüe procese una lengua no nativa (es decir, una lengua que no aprendió desde el nacimiento, sino más tarde) como lo hace un nativo. En segundo lugar, investigamos cuáles—o la combinación de cuáles—de estos factores bilingües permiten encontrar ventajas de procesamiento en tareas de control ejecutivo. En tercer lugar, examinamos cuáles de estas dimensiones bilingües contribuyen a crear una “protección” en la vejez.

Para ello, este proyecto consta de una serie de experimentos realizados con hablantes monolingües y bilingües del País Vasco, dado que esta comunidad nos da la oportunidad única de encontrar bilingües con perfiles muy diferentes. Participan en estos estudios tanto adultos jóvenes (a partir de 18 años), como mayores (más de 65 años). Medimos las respuestas de los participantes en baterías de pruebas, y examinamos además su actividad cerebral empleando la técnica de electroencefalografía (Figura 1).

Figura 1. Ilustración de un experimento empleando la técnica de la electroencefalografía (EEG)
Figura 1. Ilustración de un experimento empleando la técnica de la electroencefalografía (EEG): En esta técnica, la participante lleva puesto un cómodo gorro elástico que cuenta con una serie de pequeños sensores que recogen su actividad cerebral, concretamente, la actividad eléctrica que generan sus neuronas al activarse. Es una técnica totalmente segura, no invasiva y de fácil uso.

Se estima que para 2040 hasta millón y medio de españoles sufrirán demencia. Los resultados de este proyecto podrían por tanto contribuir de manera directa a mejorar el bienestar social y económico de nuestra sociedad. Además, el conocimiento generado en esta investigación será de gran valor para las instituciones que trabajan con poblaciones bilingües, informando por ejemplo políticas lingüísticas y currículos educativos, así como para los sistemas sociales y sanitarios que trabajan con adultos mayores.

Investigadores/as Principales del proyecto
Irene de la Cruz-Pavía

Irene de la Cruz-Pavía es lingüista especializada en el área de la psicolingüística. Su trabajo tiene como fin entender los mecanismos que nos permiten procesar la gramática, y descubrir qué papel juegan estos mecanismos en distintas etapas de la vida, desde bebés de pocos meses y a lo largo de la vida adulta, con poblaciones monolingües y bilingües. Licenciada en Filología Alemana (Universidad del País Vasco UPV/EHU) y en Lingüística (Universidad Complutense de Madrid), obtuvo un Doctorado Internacional en Lingüística en la UPV/EHU. Llevó a cabo su investigación posdoctoral en la Universidad de Columbia Británica (Vancouver, Canadá), la Universidad Paris Descartes y el Centre National de la Recherche Scientifique (Paris, Francia), y la Universidad de Padua (Padua, Italia). Actualmente es investigadora JIN e Ikerbasque Research Fellow en el Departamento de Lingüística y Estudios Vascos de la UPV/EHU (Vitoria, España), dentro del grupo de investigación Gogo Elebiduna/La Mente Bilingüe.